La aventura siciliana. 1/ Teatros
"Aquí está la clave de todo", dicen que dijo Goethe sobre Sicilia. Y allí está, en efecto, desde la morada de los dioses y de los cíclopes hasta el recuerdo imborrable de los jueces Falcone y Borsellino, y -entre ambos destellos- la historia completa no sólo de Italia, sino de toda Europa. La visita a Sicilia compone un viaje intenso y agotador. Templos y teatros griegos de Segesta y Agrigento, divinos en todos los sentidos, impresionantes catedrales barrocas de Monreale o Cefalú, paisajes maravillosos de una costa virgen y hasta el amenazador Etna siempre en erupción. He conducido 1.500 kilómetros, la vuelta completa a la isla, pasando por ciudades tan inquietantes como Palermo o Catania, donde dicen que el tráfico es un infierno, aunque mi experiencia ha sido otra. Hemos sufrido 47º de temperatura en la bella Siracusa, donde la plaza de la catedral tiene forma de ojo (el de Santa Lucía y el de Atenea, pues la catedral está levantada sobre un templo de Minerva obrando el mil